Las Adoraciones

La llegada de los primeros esclavizados a Colombia, desde un proyecto intencionado para la conquista de estos territorios, implicó la traída de una población muy divergente, con unas capacidades y elementos culturales muy diversos, lo que implicó desarrollar una serie estrategias para ir eliminando de sus conciencias toda su creación cultural y aprendidas en las costumbres cristianas y europeas garantizando les su dominación.
A estas tierras llegaron todo tipo de personas con grandes capacidades y habilidades en las diferentes campos de la vida productiva y social, muestra de ello fueron los oficios que desempeñaron y los resultados obtenidos en estos; dentro de estos elementos estaba su gran capacidad de adaptación, su cosmovisión, y específicamente sus aspectos culturales y espirituales

Es por eso que todas las estrategias implementadas para el control de los esclavizados estuvieron acompañadas de castigos y procesos de sometimiento obligatorio que lo llevaba casi está la muerte, al resistirse a la dominación y , aquellos que lograron escaparse establecer las condiciones necesarias  Y propias para el desarrollo de su cultura y a la relación con aquellos que eran de culturas diferentes; desde allí se puede tener un referente más claro de la gran capacidad creativa de los esclavizados para poder establecer relaciones entre personas de culturas diferentes, con una forma de vida muy diferente y un lenguaje que no le permitió la comunicación fluida; fue cada individuo con su gran capacidad de adaptación, quien aportó para establecer unas condiciones y las formas de comunicación y relación, Validas para el grupo que se encontraba en el palenque por el espacio donde podían  ser ubicado después de su huida,

La tradición oral que se desarrollo  en este contexto le permitió que posteriormente en su relación con aquellos esclavos que no habría logrado liberarse establecer comunicación para ir diseñando las estrategias de escape y descendimiento a los procesos internos dentro de la hacienda que les diera información suficiente,  para atacar y desmantelar poco a poco lo que ellos  habían construido.


No es cierto como se ha querido mostrar en los diferentes textos de historia que, los esclavos traídos a América eran seres sin cultura, y que no poseían el más mínimo valor humano frente al arte, la ciencia y demás elementos de la vida social humana, que más bien eran animales que deberían ser domesticados y civilizados, para así alcanzar la salvación divina, hoy la historia ha mostrado lo contrario y nuestra sociedad han sido grandes aportadoras a la ciencia la sabiduría y el lenguaje universal, por eso en estas comunidades existen una manifestaciones propias que fueron adaptadas y mezcladas con las tradiciones Europas  traídas América y que son  una gran evidencia de ésa gran capacidad creativa y cosmovisión al que han tenido estas comunidades, por eso en este trabajo mostramos una manifestación cultural que ha hecho parte de la historia éstas comunidades y las ha caracterizado donde se integran la tradición oral, la música, la danza y la espiritualidad afro cristiana en un evento llamado las adoración es al niño Dios.



Éstas, datan su existencia, desde los mismos momentos en que se reunían los cimarrones en sus palenques para hacer réplica de las celebraciones que les había inculcado desde la hacienda esclavista, pero que en su gran sentido espiritual el escenario para encontrarse con sus dioses y darle gracias por todos los beneficios recibidos a través de entonar cantos, desarrollar bailes y todos los vericuetos que implicaba realizar ésta actividad, con la participación de todos los allí presentes, sin perder la cosmovisión de la gran cercanía de Dios con ellos en todos los espacios donde estuvieron,
Conozcamos entonces desde cuándo y dónde, se inició esta celebración de manera autónoma en las poblaciones de las comunidades afro descendientes específicamente del municipio de Villa rica


LAS ADORACIONES AL NIÑO DIOS

El espíritu de celebración y organización de la comunidad afrodescendiente se centra en las celebraciones que integran la coparticipación de la comunidad a través de su vinculación en estas actividades donde participan y tienen espacio todas las personas que hacen parte dela  familia.

una de estas celebraciones se realiza en los meses de diciembre a febrero y que corresponde a las Adoraciones al Niño Dios; estas se celbran en casi todas las comunidades del norte del cauca donde tienen asiento comunidades afrodecendiente.

esta festividad conjuga todo el componentes espiritual de estas, y desarrolla toda una gran actividad donde por una noche desde muy temprano el día anterior grupos de cantoras, niños, niñas y jóvenes cantan y bailan alrededor de un pesebre que a través del canto de jugas y la recitación de loas se van realizando bailes donde cada participaste juega su papel como miembro de esta.


En Villa Rica esta celebración se realiza en las ultimas semanas del mes de febrero y antes de iniciar la cuaresma ya que durante esta fecha de cuaresma la comunidad no realiza ningún tipo de acto de celebración comunitaria por ello se debe tener en cuenta que las adoraciones se deben celebrar antes de esta fecha.

Al esclavo llevado al norte del Cauca se le destinó al laboreo en las haciendas y minas, donde se le sometió a severos controles y obligaciones. Dentro de éstas, el que aceptara la ideología dominante era particularmente importante para manternerlo en sujeción. Las haciendas, por ser universos autocontenidos dentro de los cuales, no sólo se desenvolvía una economía relativamente cerrada, sino que se reproducía una visión de la vida y del mundo
coherente con el pensamiento colonial, sirvieron de excelentes matrices para inculcar doctrinas y normalizar comportamientos.

Por un lado, la hacienda nortecaucana era con frecuencia asiento de curas,por cuanto en la región, durante la colonia y con la excepción de Caloto,no existían centros poblados, lo que hacía que la población se radicara en las haciendas. Japio, la principal hacienda esclavista de la zona, era viceparroquia (Sendoya, 1975) y casi todas las haciendas mantenían capillas propias.
En ellas, por lo tanto, se verificaban tanto el culto como las festividades religiosas, especialmente la navidad.

Por otra parte, en la hacienda nortecaucana no floreció una economía de plantación que hubiese facilitado un despegue más rápido hacia la constitución de un folclor autónomo. En la región del Caribe, donde el monocultivo destinado a mercados externos constituyó la economía pedominante, y donde se recibían de manera continua nuevos insumas culturales del África , los esclavos pudieron desde la temprana colonia ir articulando una cosmovisión
propia y expresarla mediante formas de fuerte inspiración africana.

Las adoraciones surgieron , entonces, como una fiesta cautiva de la dinámica ociorreligiosa de la hacienda señorial. Si bien es cierto que constituyeron una forma de control ideológico, no lo es menos que contribuyeron a fo rtalecer vínculos entre los esclavos, a aportar elementos para su futura afirmación cultural y a estimular el posterior desenvolvimiento de una identidad propia.

Es importante anotar que los esclavos bozales procedían por lo gene ral de cul turas africanas variadas y que fueron traídos a América en grupos heterogéneos en los que se compart ía color y cautiverio pero cuyos miembros, dada la composición cultural diversa, no te nían las mismas costumbres ni tradiciones y hablaban con frecuencia lenguas dife rentes, lo que les dificultaba comunicarse entre sí. Este proceso de desarticulación de las culturas
ancestrales, que se acentuaba e n los mercados de esclavos, los colocaba en un contexto donde la única posibilidad de supervivencia y de comunicación dependían de la asimilación de la lengua y las enseñanzas de los amos blancos.

A mediados del siglo XVII I las transacciones de esclavos bozales en el norte
del Cauca eran ya suficientemente escasas (Colmenares, 1984) como para dificultar la renovación de la cultura negra en función de nuevos aportes africanos. Rotos tempranamente los vínculos con África y sin posibilidad de recibir la influencia cultural de ese continente -ruptura que no se produjo en Cuba ni en Brasil hasta las postrimerías del siglo XIX-, la población negra nortecaucana , en el contexto de la hacienda esclavista ya descrito, adoptó una visión religiosa inspirada más en la tradición judea-cristiana que
en la cosmogonía yoruba o ashanti, fula o angola, congo o ardá.

Las guerras de la independencia contribuyeron al 
debilitamiento de la hacienda esclavista y a impulsar el movimiento emancipador que, por diversas vías, los esclavos venían gestando tiempo atrás. Desde el punto de vista político, aceleraron el proceso liberador al introducir fisuras que comenzaron a resquebrajar las relaciones de dominación y sumisión propias de la hacienda esclavista. La manifestación más visible de este proceso fue la
proliferación del cimarronaje (Mina, 1975) y el fortalecimiento de la tendencia a ocupar terriotorios boscosos pertenecientes a las paciendas pero sobre los cuales, por razones de inestabilidad política, éstas difícilmente podían ejercer algún control.

La ocupación de tierras boscosas se acentuó a mediados del siglo XIX, una vez consolidada la libertad, pues los negros libertos preferían asentarse en territorios marginados del dominio señorial , o vincularse a las haciendas como terrazgueros con derecho al usufructo de parcelas. La ocupación clandestina o semiclandestina de los bosques contribuyó a diseminar la población por una región relativamente amplia y facilitó el surgimiento de un campesinado libre que logró, con base en el cultivo del cacao, crear una economía propia, independiente del poder de las haciendas y relativamente próspera (De Roux, 1983). Sin embargo, la apropiación que logró el negro libre en una porción importante del territorio nortecaucano no se dio por fuera de conflictos con los hacendados, los que no cesaron hasta bien entrado
el presente siglo (Mina, 1975).

Es muy posible que las adoraciones adquiriesen nueva dimensión y significado en el contexto de la lucha pbr el derecho a un espacio propio y por la defensa de éste. Atencio y  astellanos (1982:11) destacan especialmente el aspecto comunicativo de las adoraciones, derivado de su constitución en espacios de reencuentro, de ruptura del aislamiento físico y social y de la oportunidad para recrear los vínculos comunitarios.

Probablemente las adoraciones se constituyeron, durante el período histórico en el cuál se consolidó un campesinado libre, en escenarios para fortalecer la autonomía mediante la reafirmación cultural, y sin duda alguna  contribuyeron a construir la identidad y a afi anzar el sentido de etnia y de comunidad . Es posible también que fuese durante este período -en ausencia de la visión fiscalizadora de curas doctrineros y de hacendados- cuando las adoraciones sufrie ran sus más profundas modificaciones convirtiéndose en cultura negra en el sentido señalado por Bastide (1969). Esto, como resultado de dramatizar el legado lírico del romancero y enriquecer el ritual con
la danza, con el canto responsorial, con elementos profanos, con una coreografía particular y revestirlo de fonnas rítmicas sintónicas con la lejana tradición africana. Además, y en concordancia con los ciclos naturales, las adoraciones se acoplaron a tiempos de cosecha, que permitían darle a la fiesta la solemnidad exigida por la importancia del reencuentro.
Como señalan Castellanos y Atencio (1984:139), las adoraciones no son manifestaciones de negros que simplemente reproducen el le nguaje, versos y rimas de origen europeo para acompasarlo con " retenciones" de origen africano. Son una creación colectiva propia alimentada por vertie ntes culturales diversas, que se reedita en función de situaciones socioeconómicas,de sentimientos y de necesidades de reafirmar el derecho a lo propio. Las
adoraciones son ejemplo de aquellas fiestas de origen europeo que el negro penetró, transformó y apropió, guardando en este caso el texto literario como parte de un ritual sacralizado que lo reconecta con su pasado histórico pero que enriqueció en su forma y convirtió en mediación cultural para la supervivencia de su propia ide ntidad.


LAS ADORACIONES HOY. UNA DESCRIPCIÓN

Febrero y marzo, meses de recolección y relativo buen tiempo, son escogidos para la adoración. El porqué, como ya se dijo, se pierde en la memoria de los viejos, pero ahora lo principal es conseguir los músicos, el dine ro para pagarles y para comprar la pólvora. Lo demás corre a cargo de las dueñas de la fiesta, o síndicas, quienes aportarán su onocimiento de las loas, de los versos o coplas de las jugas, y quienes enseñarán a los niños las danzas y las vueltas; y de los jóvenes, adultos y ancianos que participan siempre con la alegría y el entusiasmo, el baile , el aguardiente y los cantos al Niño Dios.
Miremos con algún detalle la fi esta de adoración celebrada tradicionalmente en una pequeña vereda nortecaucana.

Los personajes que intevienen son los siguientes: primera y segunda madrinas; el rey y la reina; la princesa; la samaritana; los reyes magos; el ángel de las nubes; indios, gitanas, pastoras y soldados. Todos los personajes están en plena juventud, y ya la dueña les ha enseñado las recitaciones.
El viernes, en casa de la síndica hay un apagón premeditado que alguien aprovecha para "robarse" al Niño Dios, que ha permanecido en esta casa durante todo el año. Todos saben "quién se lo robó" pero simulan no saberlo y salen a buscarlo de casa en casa aprovechando para hacer una visita y tomar un aguardiente.

El sábado. Una buena nueva: ¡Han encontrado al niño! ¡Vamos a adorar! Los músicos, los personajes de las estampas y las cantoras se reúnen en la casa de la dueña para recibir las últimas instrucciones ant~s de comenzar la procesión. Adelante va una niña vestida de blanco, con alas y corona; en la mano lleva una vara muy larga con una estrella grande y dorada en su extremo. Tres niñas de blanco la siguen , portando el pabellón nacional.
A continuación van los reyes, niños de diez a doce años que visten capas de colores y coronas. Aparece un estandarte con un abanico dorado lleno de festones blancos, en cuyo interior marchan la primera madrina y el primer padrino. La madrina lleva una canastilla muy arreglada que servirá de cuna al Niño Dios. En seguida va el segundo estandarte, con flores rojas y festones azules; en el centro, el segundo padrino y la segunda madrina.


Desfilan los gitanos, las indias, los soldados y toda la gente de la vereda con velas o linternas. Al final desfilan los músicos que tocan de seguida durante toda la procesión . De pronto aparece una niña vestida de blanco , alas y corona dorada; viene sobre un anda con arco blanco y la transportan dos señores a una altura de dos metros y medio. Es el ángel de las nubes ..

Todos aplauden y entre pólvora y música sigue la procesión hasta llegar al
patio de una casa donde se encuentra el pesebre, muy rústico, en cuyo
interior se halla entre pajas el Niño Dios, única imagen , ya que todos los
demás personajes son vivos. A su lado, san José y la Virgen. Y entonces

comienzan las recitaciones:

JUGAS Y BUNDES

VAMOS A ADORAR
Vamos entrando a la iglesia
Vamos a adorar
Al pesebre de Jesús
Vamos a adorar
Que ha de morir por el hombre
Vamos a adorar
Enclavado en una cruz
Vamos a adorar
Esta noche es noche es noche buena
Vamos a adorar
Noche de nadie dormir
Vamos a adorar
La virgen esta de parto
Vamos a adorar
A las doce a de salir
Vamos a adorar
A las doce de la noche
Vamos a adorar
El niño Jesús nació
Vamos a adorar
María con humildad


Vamos a adorar
Entre pajas lo abrigó
Vamos a adorar
Vengan vamos a adorar
Vengan vamos a adorar
Ana Tulia Olaya


CAMINA LA VIRGEN PURA
Camina la virgen pura
Camino para Belén
Y en la mitad del camino
El niño tenía sed
Ro ro a adorar al niño dios
San José arrimo a una casa
Un vaso de agua pidió
De adentro le contestaron
No te la daré mi niño
No te la daré mi bien
Porque las aguas están turbias
Ríos y fuentes también
Ro ro a adorar al niño dios
Llegó a la casa de un ciego
Que cuidaba un naranjal
Y le digo ciego dame una naranja
Para el niño aplacar la sed
Y el ciego le contestó
Ay está el naranjo señora
Coga las que menester
Ro ro a adorar al niño dios
La virgen como era pura
No cogía más de tres
Y el niño como era niño
Todas las quería coger
Ro ro a adorar al niño dios
Apenas salió la virgen
El ciego empezaba a ver
Cual sería esa gran señora
Que me hizo esta merced
Ro ro a adorar al niño dios
Si sería la virgen pura
O el glorioso san José


Ro ro a adorar al niño dios
Ana Tulia Olaya
Las adoraciones termina con amanece
AMANECE
Amanece y a amanece
Al amanecer
Gracias a Dios que ya viene
Al amanecer
La soberana María,
Y Al amanecer
Dando luz a todo el mundo
Y Al amanecer
Y a los hombres alegría
Y Al amanecer
La noche buena se viene
Y Al amanecer
La noche buena se va
Y Al amanecer
Y nosotros nos iremos
Y Al amanecer
Y no volveremos más
Y Al amanecer
Y amanece una pastora
Y Al amanecer
Cerca de su serranía
Y Al amanecer
Ana Tulia Olaya



EL SOLDADO
Que bonito es un soldado

Que bonito es un soldado
En la puerta de un cuartel
Con su fusil en la mano
Guardando su coronel
Quichique cuchique merecumbe
Quichique cuchique merecumbe
Dando la vuelta me sentaré
La bambara nueva yo no la sé
Los negritos la han de saber
Cuchiqui cuquique merencumbe
Cuchiqui cuquique merencumbe
Dando la vuelta me sentare
Dando la vuelta me sentare
Que sería y que será
Que sería y que será
Cuando vamos a la guerra
Cuando el coronel nos diga
Muchachos rodilla en tierra
Cuchiqui cuquique merencumbe
Cuchiqui cuquique merencumbe
Dando la vuelta me sentare
Dando la vuelta me sentare
Ana Tulia Olaya
 LAS LOAS
Las Loas son versos recitados en las adoraciones, son alabanzas al
niño o a la virgen, por ejemplo:



LOAS
Esta noche es noche buena
Mañana es la navidad
Si los pájaros se alegran
Los cristianos que será
Esta noche ha de nacer
Manuelito de Jesús
Ha de morir por el hombre
Enclavado en una cruz
A la madrina del niño
Póngale corona de oro
Que se va a subir al cielo
Con toditas sus pastoras
Sola y solita la virgen y san José
Lo arrullan y lo acarician
Para que el sueño le dé
Desnudo ha nacido el niño
En el portal de velen
Y yo sin tener que darle
Ay triste de mí, que haré
El 24 de diciembre
El niño Jesús nació
María con humildad
Entre pajas lo abrigó
Los reyes que del oriente
Le vinieron a ofrecer
Su cetro y su corona
Como un soberano rey
No vengo a pedirte nada
Ni tampoco a que me des
Vengo a pedirte licencia
Para llegar a Belén
A Belén que vas a hacer
Un pueblo tan desolado
Que han hecho la grandeza
de tres reyes coronados
  
San José pidió posada
P’a su esposa que traía
De adentro le contestaban
Que solo a dios admitían
Maria salió llorando
Con lagrimas que no vía
San José la consolaba
No llores esposa mía
Niñito bonito color de sandía
Abridme la puerta que me coge el día
Niñito bonito
Color de café
Abridme la puerta
Que soy José
Yo soy José el carpintero
El esposo de María
Que vengo a pedir posada
Para el parto de María
Yo soy la más chiquitina
Que mi padre Adán dejo
Vengo a recibir el niño
Porque a mi me lo entrego
Esta noche cenaremos
Manjar blanco celestial
De los pechos de María
Sin pecado original
A las 12 de la noche
En una cueva ha de nacer
Una flor maravillosa

Que nadie sabe coger


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