Actividades y Celebraciones



El objeto principal de esta organización es la mantener vivas las tradiciones que hacen parte del legado inmaterial de la población afrodescendiente, a través de  celebrar cada año las ADORACIONES AL NIÑO DIOS, que se realizan en el mes de febrero y es una fiesta donde participan toda la comunidad desde el momento d e la organización y en el momento de la fiesta, las cantoras los días domingos realizan una colecta en l comunidad para recaudar fondos y con ellos sufragar los gasto que la actividad requiere.

Esta celebración dura toda la noche con una banda de músicos y las cantoras los participan tes bailan y cantan frente al pesebre y dan sus loas y recitaciones al niño dios.

Ensayos de capitación y transmisión intergenarional de saberes:
esta actividad se realiza con los niños que hacen parte del taller de tareas y escuela de arte y cultura de la fundiciónn, quienes participan en los ensayos de cantos y bailes que las cantoras realizan cada ocho días, además ellas les cuentan historias de la región para motivarlos y asi lograr el inte rcambio de generación en generación de la cultura de la región.


VELORIOS Y NOVENARIOS


Es tradicional en las comunidades afrodescendientes, que cuando una persona fallece tenga una celebración especial, que le permite que desde una cosmovisión propia, se le hagan unos eventos de rogativas propias.
si es un niño, a este se le realiza un bunde, el cual posee un significado muy espcial, como resultado al proceso de esclavización, que mas bien era una celebración porque ese niño no seria esclavo y se iría para el cielo a estar con Dios.


cuando el difunto es una persona joven o adulta, se le hace un novenario con una organizacion mas solemne y con una dedicación especial; esta se realiza en un desarrollo de cada noche hasta completar el dia octavo y el dia noveno se realiza una muy especial, ya que es durante toda la noche. esta involucra rezos, canticos  frente a un altar decorado muy especial, que es levantado a la mañana del siguiente dia, con un canto espacial y en una coreografía especifica de mucho  significado espiritual, ya que el alma de difunto parte y abandona la residencia para siempre y se va para el cielo.

luego los familiares y amigos que amanecieron en la ultima noche, van al cementerio a llevar las flores y arreglos de la tumba que se levanto en la mañana.




Bunde del Angelito.
 Es el velorio de un niño menor de siete años quien al morir, según la creencia, pasa directamente al cielo por su inocencia y pureza. Tiene rasgos muy particulares, derivados de la despedida alegre de un niño que abandona la dura realidad terrenal para convenirse en angelito. En el se canta, se juega y se baila, y a la par se consume licor; es decir, se bundea al niño durante la noche que sigue a su muerte. 
En los bundes encontramos las mayores posibilidades creativas —dice Heliana Portes. Algunos se refieren a reminiscencias de un pasado común: Mi amo me manda para el Chocó/que vida es ésta válgame Dios! Otros son expresiones eróticas o tienen textos fiesteros. Y éste, por ejemplo, está relacionado con la vida y la muerte: uno por uno se van muriendo/ dos por dos los voy reponiendo. 
Los bundes son cantos con solo y coro entonados por mujeres, y se acompañan con un instrumento de percusión —bombo o tambora. Por su denominación y compás se pueden asociar con los de la costa Pacífica, presentes también en los velorios de niños y adultos. En esta región costera existen bundes con textos alusivos a la navidad. 
Las Novenas son rogativas hechas durante nueve días después del fallecimiento de un adulto. Se cantan himnos y se rezan oraciones para que su espíritu sea recibido en el cielo. 
Durante los días de la novena se reza el rosario y se cantan unas tres o cuatro salves —cuenta doña Zulma—. Con los nueve días que uno reza y canta, va a asegurarse que descanse el alma. La presencia del alma durante esos días se siente, porque prácticamente uno no muere sino el cuerpo. Pero entonces el alma queda viva en la casa o sea que queda pendiente aunque a la persona ya haiga enterrado. Por eso es que uno la siente por ahí buscando cosas que haiga guardado. El último día, todos asisten a la novena, también los niños. Se pasa aguardiente, bananas, pan, café. El día del último o sea, el terminal de la novena, se viste mejor la tumba que es como un altarcito que se ha hecho en la casa del finado, con flores y adornos para que la gente admire. Hacia la madrugada se canta el Ave María, se desbarata la tumba, se abren las puertas y se hace que la gente se quite de ellas para que salga el alma y así despena. Después de que se hace la novena y el alma se despena, ya descansa y no vuelve. (Doña Zulma Mejía, de la vereda de Mingo, entrevistada por Heliana Portes en 1986.) 
Los cantos en las novenas son las Salves. Se ejecutan a capella —sin acompañamiento instrumental—, con voces femeninas, y rememoran los himnos cristianos traídos por los misioneros católicos en la época colonial. 
Torbellino caucano
Torbellino designa —en el folclor colombiano— una tonada, canto y danza de Boyacá, Cundinamarca, Caldas, Tolima y el Huila. Se acompaña con cordófonos. No se conoce el origen del caucano aunque pudo ser traído del Tolima: en algunos aspectos musicales coinciden los de los dos departamentos. 
Al escucharlo y verlo bailar, se asocia, de manera interesante, con el pasillo. Tal parece un pasillo abambucado. Sabemos ya de la cercana influencia de los indígenas guambiano y páez en esta región. Los grupos negros no son ajenos a ello y lo evidencian —como en muchas manifestaciones de su folclor— en el torbellino caucano. 
Bambuco’e Plaza.
 Las bandas lo dieron a conocer en la región, y era en los parques y plazas donde hacían sus retretas. De ahí su nombre. Al escuchar la banda, los habitantes bailaban este aire de bambuco (entrevista Cylena Arroyave, Puerto Tejada, 1987) que hoy vemos ejecutado por grupos folclóricos. Su paso básico es el del pasillo, con el carácter negro en los movimientos. Se baila en pareja agarrada, forma que no se da en el bambuco del resto del país. Se acompaña con clarinete y bombo. 


La Moña
toque y baile heredado de la Costa Pacífica. Es un juego coreográfico de parejas en el cual el hombre persigue a la mujer para agarrarle una moña grande de seda que se ha colocado en la cabeza. Mientras ella baila y huye va cantando: a la moña jugando a la moña/ que no le ponga la mano a la moña. Se acompaña con clarinete, platillos y bombo.